
Reflexiones, recursos y rituales para acompañarte en el camino de volver a ti.
Este blog es un espacio terapéutico donde la palabra escrita se convierte en puente: entre la mente y el cuerpo, entre lo vivido y lo sentido, entre el silencio y la expresión. Aquí encontrarás textos bilingües, ejercicios de autocuidado, afirmaciones visuales y pequeñas prácticas pensadas para sostenerte en días suaves y también en los complejos.
No necesitas tener las respuestas ni saber por dónde empezar. Basta con una respiración, una palabra, o una intención suave. Eso ya es un inicio✨
Reflections, resources, and rituals to support you on your path back to yourself.
This blog is a therapeutic space where written words become a bridge: between mind and body, between experience and feeling, between silence and expression. Here you’ll find bilingual entries, self-care exercises, visual affirmations, and gentle practices designed to support you—on tender days and tough ones alike.
You don’t need to have answers or know where to begin. A breath, a word, a quiet intention—that's already a beginning.✨
Tú sabes cómo volver a ti: empieza por lo pequeño.

A veces, entre sesión y sesión, el mundo se siente muy ruidoso. A veces, simplemente, demasiado. En esos días, puede ayudar tener un gesto pequeño, algo que nos recuerde que seguimos aquí. Los “anclajes cotidianos” son prácticas suaves—respiros, palabras, sonidos, objetos—que nos devuelven a nosotrxs mismxs. No resuelven todo, pero sí sostienen algo.
Aquí te comparto microgestos simples y amorosos para sostenerte en esos días. No necesitas nada más que tu presencia.
🌿 Microgestos de autocuidado
1. Respiración en tres niveles Coloca una mano en el pecho y otra en el abdomen. Inhala en 4 tiempos y exhala en 6. Hazlo tres veces. "Estoy aquí. Estoy respirando. Estoy a salvo."
2. Diario de tres frases Al final del día, escribe:
- Una cosa que sentí
- Una cosa que necesité
- Una cosa que agradezco
3. Anclaje somático con objeto Toma un objeto pequeño que te calme (una piedra, una tela suave, un aroma). Sostenlo y observa: ¿Qué me transmite? ¿Qué palabra aparece?
4. Pausa sonora Escucha un sonido por dos minutos: el viento, una canción instrumental, un cuenco tibetano. Deja que tu atención descanse ahí. Puede ser un refugio en el ruido mental.
“Cada pequeño gesto es un ancla hacia ti.”